Consecuencias de la Obesidad
Existe una gran diferencia entre la obesidad y sobrepeso, aunque en ambos casos, se trata de una acumulación de grasa que perjudica a la salud. Una de las mayores precauciones es que la prevalencia ha aumentado de forma espectacular en los últimos años, sobre todo, en niños y adolescentes. Concretamente, en nuestro país, un 25 % de la población es obesa, esto implica que el porcentaje de vida es de 2,6 años menor para el 2050.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aboga por mejorar la información nutricional de los alimentos. Hay países, sin ir más lejos, como Portugal, que ya han adoptado medidas para eliminar la publicidad de productos no saludables. Esto es de gran importancia, porque sería un gran apoyo para salvar un gran número de vidas. Evidentemente, las consecuencias de la obesidad no son nada favorables, por esto, vamos a conocer cuáles son los riesgos para la salud.
¿Cuáles son los riesgos para la salud de la obesidad?
Esta enfermedad está relacionada con el exceso de peso y tiene su origen, en la mayoría de los casos, en los malos hábitos alimenticios y una vida sedentaria. Por lo tanto, si esta fuera la condición de la persona, lo más aconsejable es ponerse en manos de un buen profesional para hacer un diagnóstico.
Una de las principales dudas es saber cuándo se considera que una persona es obesa. En este sentido, cabe aclararse que si el Índice de Masa Corporal (IMC) es igual o superior a 35 Kg, ya se habla de obesidad y la posibilidad de desarrollar una serie de enfermedades. A continuación, se enumeran cuáles son algunos de los riesgos más frecuentes.
- Diabetes
El aumento de calorías da lugar a que el azúcar se acumule en la sangre y la insulina, que produce el organismo, sea insuficiente. En la mayoría de los casos, se desarrolla la diabetes de tipo 2, algo que se puede evitar con actividad física y una buena dieta.
- Problemas hepáticos y cálculos biliares
La resistencia a la insulina también se relaciona con afecciones hepáticas como el hígado graso. Esto también tiene efectos en el colesterol en las bilis y la posibilidad de que se desarrollen piedras en la vesícula biliar.
- Colesterol alto
Además del exceso de grasa, localizada en algunas zonas del cuerpo, como el abdomen, caderas o muslos, también se ven afectados los vasos sanguíneos. El colesterol alto aumenta el riesgo de infarto o accidentes cerebrovasculares, por este motivo, hay que mejorar el estilo de vida.
- Problemas respiratorios
Otras de las afecciones del sobrepeso son los problemas respiratorios, puesto que los pulmones trabajan con mayor dificultad. La grasa en exceso es la causante de que la entrada y salida de aire sea la adecuada.
- Hipertensión y enfermedades cardiovasculares
La acumulación de grasa en los vasos sanguíneos fuerza al corazón a trabajar con más fuerza, esto deriva en una posible enfermedad cardíaca con el paso del tiempo. La hipertensión arterial alta también presenta un riesgo para la salud, de hecho, los principales síntomas son los dolores de cabeza, la falta de aire y sangrado nasal.
- Enfermedades articulares
A nadie se le escapa que la mala alimentación y el sedentarismo pueden causar daños en los huesos y articulaciones. El riesgo de padecer artrosis, entre otras enfermedades, es mucho más frecuente.
- Cáncer
Por último, tampoco se pueden descartar algunos tipos de cáncer relacionados con la obesidad, como el de hígado, próstata, páncreas, colon, recto, cáncer de mama, en los ovarios y cuello uterino, entre otros.
¿Cómo combatir la obesidad?
Una buena noticia es que esta enfermedad puede prevenirse y solo hay que ser consciente de la necesidad de llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio físico. Un buen dietista o especialista en nutrición es la persona que mejor nos puede asesorar, en función del tipo de patología. Sin embargo, bastaría con hacer algunos cambios en nuestra vida para mejorar los resultados.
- Menos calorías. Reducir la ingesta calórica de grasas y azúcares.
- Comida saludable. Aumentar el consumo de frutas y verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
- Etiqueta nutricional. Revisar las etiquetas nutricionales de los alimentos para saber qué estamos comiendo.
- Hacer deporte. Es aconsejable realizar una actividad física periódica, como mínimo 150 minutos a la semana para los adultos
- Tabaquismo. Finalmente, quitarse algunos vicios como fumar.
En definitiva, una buena alimentación y un peso correcto es una garantía de vida para cualquier persona y evitar las consecuencias de la obesidad. Si te interesa formarte en este sector de la nutrición y la dietética, también tienes la opción de hacer un Grado Superior en Dietética a distancia. En caso de dudas, ponte en contacto con nosotros, porque en ITEP vamos a ofrecerte toda la información que necesitas para tu carrera profesional.