Tipos Cáncer de Piel

En los últimos tiempos, se ha dado mayor importancia a los efectos dañinos que causan los rayos ultravioletas (UV). Los estudios de investigación siguen demostrando que exponerse al sol sin protección puede generar el temido cáncer de piel. El melanoma se convierte en un mecanismo de defensa frente a estas radiaciones, no obstante, se caracteriza por ser un tumor maligno responsable del más del 90 % de las muertes a causa de esta enfermedad.

Sin embargo, para comprender con mayor profundidad cómo se desarrolla esta patología, lo más conveniente es conocer los tipos de cáncer de piel. Cada uno de ellos presenta unas características propias y hay que tratarlos según indiquen los especialistas. Si te interesa esta formación, el Grado Superior de Radioterapia de FP, una titulación oficial para convertirte en profesional especializado en la recuperación en pacientes oncológicos.

¿Por qué se producen los diferentes tipos de cáncer de piel?

El cáncer de piel se produce por el crecimiento anormal de las células cutáneas expuestas al sol sin medidas de protección. En la mayoría de las ocasiones, proviene de la fuente natural, aunque las cabinas bronceadoras también pueden ser dañinas. En la mayoría de los casos, la causa está en los rayos UV, sin embargo, esto no quiere decir que podamos encontrar áreas afectadas por esta radiación.

En este sentido, se ocasiona un daño celular en el ADN, lo que produce mutaciones oncogénicas. Esto da lugar a que las células se multipliquen de forma descontrolada y formen estos tumores malignos. Hoy en día, se siguen realizando múltiples estudios clínicos para hacer un seguimiento y detectar los posibles riesgos.

De hecho, se puede asegurar que hay pacientes más propensos que otros, por ejemplo, el grado de incidencia es mayor si se tiene la piel más blanca, existe un consumo de sustancias tóxicas, el sistema inmunológico debilitado o hay patologías hereditarias, entre otras posibilidades.

¿Qué causa el cáncer de piel?

Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente cada año se diagnostican unos 5.000 casos de melanoma en nuestro país y 70.000 cánceres, que no corresponden al no-melanoma. Sin embargo, el 99 % si se detectan a tiempo se pueden tratar y curar.

El cáncer de piel y los tipos existentes son objeto de estudio continuo, porque en esta enfermedad no está todo dicho. Los signos más habituales es la aparición de bultos cerosos, lesiones planas parecidas a una cicatriz o úlcera con costras sangrantes. Para conocer mejor el origen, vamos a distinguir la clasificación que viene determinada por el tipo celular.

Melanoma

Este tipo de cáncer no es el más habitual, pero sí el más grave, de hecho, es el principal causante del mayor número de muertes. Su origen comienza en los melanocitos situados en la parte inferior de la epidermis, aunque puede aparecer en los ojos, nariz y garganta. La principal causa está en la radiación ultravioleta (UV) o cabinas, lámparas y camas solares. 

Carcinoma basocelular

A diferencia del cáncer cutáneo anterior, esta variante representa el 80 % de los tumores malignos cutáneos no melanoma. Se origina en las células basales de la epidermis, es decir, en la capa más externa de la piel. La sobreexposición solar es el principal factor, aunque la noticia favorable es su elevada tasa de curación. Las muestras evidentes están en la aparición de bultos brillantes, que se pueden extender por todo el cuerpo.

Carcinoma escamoso

Por último, encontramos esta otra variante, que también representa un porcentaje elevado de los tumores malignos. El crecimiento es bastante lento y no es muy habitual que se extienda a otros tejidos o nódulos linfáticos. Igualmente, la sobreexposición al sol es el principal factor de riesgo. Asimismo, las personas de piel blanca y cabellos y ojos claros son mucho más propensas. 

¿Cómo se trata el cáncer de piel?

Los dermatólogos pueden tratar estos tumores de forma rápida y efectiva si los detectan a tiempo. En muchos casos, la probabilidad de eliminarlos por completo es muy elevada. Asimismo, si la incidencia es menor, se pueden aplicar tratamientos no invasivos o cremas para su extirpación.

En definitiva, la mayoría de los carcinomas localizados en las células basales se tratan con cirugía local. En el caso del melanoma se requiere de un tratamiento específico en función de su extensión y tamaño. La última palabra la tiene el especialista, quien buscará la mejor solución para el paciente.

En conclusión, es necesario conocer los diferentes tipos de cáncer de piel para saber qué tipo de tratamiento es el más adecuado. Si estás interesado en convertirte en un técnico de Radioterapia para aplicar los tratamientos efectivos para estos pacientes, no dudes en solicitarnos más información sobre esta formación.